El día de hoy les traigo el tema de crear personajes a la hora de escribir, algo que me fascina hacer, por lo que les cuento mi experiencia.
Crear personajes es mucho más que solo llenar el formulario de una ficha que defina su aspecto y carácter. Por supuesto que es importante hacerlo ya que es nuestra base de la persona que queremos crear. Para los que no sepan qué es una ficha de personaje, les dejo este post con una buena definición.
Hay muchas maneras de que se te ocurran ideas para un personaje en concreto, o tal vez un personaje que no sabías que tenía que existir, pero salió a la luz en tu mente y ahora necesitas presentarlo al mundo. Puede pasar muchas cosas.
En mi caso, casi siempre (el 97% de la veces), primero ideo y desarrollo el personaje, y luego su historia (sea de fantasía, ciencia ficción, contemporánea...). Pero si se me da el caso de que primero pienso en una trama, cuando empiezo a pensar en los personajes, trato de que todos encajen perfectamente según cómo va el rumbo de la historia. Por si no lo sabían, soy escritora de mapa, y me gusta saber hasta el último detalle de todo. A veces, antes de ponerme con una historia, escribo escenas (sean de antes o después) significativas para el personaje y así lo conozco más.
Crear un personaje no es solo decir: Ella es linda y tímida. Él es listo y orgulloso. No. Siempre hay que tocar más a fondo. Un humano es mucho más que adjetivos y descripciones de su apariencia. No es que haya una forma exacta de estructurar cada detalle hasta el más pequeño, cada escritor tiene su manera de conocerlos.
Hay varias prácticas que se pueden llevar a cabo, claro está que algunas pueden sonar un tanto locas, pero así son los escritores, ¿no? (ojo, no lo digo de mala manera). Hay una que me gusta hacer de cuando en cuando, y es escribir una escena en la que pueda entrar para conversar con mi personaje, o varios al mismo tiempo si deseo. También hay otra que es sobre escribir qué piensan otros personajes sobre el principal, así sabremos cómo ven los demás a él/ella.
Ahora un punto importante, los estereotipos. Bien, es cierto que los lectores están cansados de los estereotipos y clichés y siempre buscan algo nuevo, algo que no se haya visto. Y, créanme, sí es posible. Aunque también apuesto por los arquetipos y algunos clichés, pero que sean presentados de manera creíble, así sí que lo disfruto. La ficción destaca por parecer real cuando no lo es.
El desarrollo de los personajes mientras transcurre la historia es muy importante también. Como en la vida real, de todo se aprende, especialmente los errores, y como dije que los personajes deben ser creíbles y estar acorde en cuanto sus acciones con sus pensamientos, él o ella tendrán que cometer errores de vez en cuando, gracias a su personalidad que conlleva cualidades y defectos. Y, por supuesto, es necesario ya que la mayoría de las veces las equivocaciones de un personaje hacen avanzar la trama.
Todo esto dicho y aún no he contado por qué me fascina crear personajes.
Me gusta porque puedo aprender de ellos. Una vez desarrollados pasan a ser personas reales para mí. No, no converso con ellos, al menos que escriba una escena en las que nos reunamos (pero no lo hago a menudo). Y lo curioso es que siempre son de diferentes edades. La mayoría son jóvenes, claro está, pero por alguna razón me gusta mucho escribir sobre los adultos. En mi opinión, no es cierto que el género juvenil o juvenil-adulto deba olvidar completamente a los adultos y más. Otra cosa que me gusta es pensar en ellos luego de que sé cómo son y en qué piensan y qué les apasiona. Definitivamente escribir cambia a una persona.
Eso es todo por hoy.
Lo sé, cortito, ¿no? ¿Y eso de que van tres entradas en una semana? Pues me he inspirado y no quería esperar una semana para publicar la siguiente.
¿Y ustedes? ¿Escriben? ¿Les gusta crear personajes? Me encantaría oír de ellos.
Nos estamos leyendo.
Una escritora en apuros.
En mi caso, casi siempre (el 97% de la veces), primero ideo y desarrollo el personaje, y luego su historia (sea de fantasía, ciencia ficción, contemporánea...). Pero si se me da el caso de que primero pienso en una trama, cuando empiezo a pensar en los personajes, trato de que todos encajen perfectamente según cómo va el rumbo de la historia. Por si no lo sabían, soy escritora de mapa, y me gusta saber hasta el último detalle de todo. A veces, antes de ponerme con una historia, escribo escenas (sean de antes o después) significativas para el personaje y así lo conozco más.
Crear un personaje no es solo decir: Ella es linda y tímida. Él es listo y orgulloso. No. Siempre hay que tocar más a fondo. Un humano es mucho más que adjetivos y descripciones de su apariencia. No es que haya una forma exacta de estructurar cada detalle hasta el más pequeño, cada escritor tiene su manera de conocerlos.
Hay varias prácticas que se pueden llevar a cabo, claro está que algunas pueden sonar un tanto locas, pero así son los escritores, ¿no? (ojo, no lo digo de mala manera). Hay una que me gusta hacer de cuando en cuando, y es escribir una escena en la que pueda entrar para conversar con mi personaje, o varios al mismo tiempo si deseo. También hay otra que es sobre escribir qué piensan otros personajes sobre el principal, así sabremos cómo ven los demás a él/ella.
Ahora un punto importante, los estereotipos. Bien, es cierto que los lectores están cansados de los estereotipos y clichés y siempre buscan algo nuevo, algo que no se haya visto. Y, créanme, sí es posible. Aunque también apuesto por los arquetipos y algunos clichés, pero que sean presentados de manera creíble, así sí que lo disfruto. La ficción destaca por parecer real cuando no lo es.
El desarrollo de los personajes mientras transcurre la historia es muy importante también. Como en la vida real, de todo se aprende, especialmente los errores, y como dije que los personajes deben ser creíbles y estar acorde en cuanto sus acciones con sus pensamientos, él o ella tendrán que cometer errores de vez en cuando, gracias a su personalidad que conlleva cualidades y defectos. Y, por supuesto, es necesario ya que la mayoría de las veces las equivocaciones de un personaje hacen avanzar la trama.
Todo esto dicho y aún no he contado por qué me fascina crear personajes.
Me gusta porque puedo aprender de ellos. Una vez desarrollados pasan a ser personas reales para mí. No, no converso con ellos, al menos que escriba una escena en las que nos reunamos (pero no lo hago a menudo). Y lo curioso es que siempre son de diferentes edades. La mayoría son jóvenes, claro está, pero por alguna razón me gusta mucho escribir sobre los adultos. En mi opinión, no es cierto que el género juvenil o juvenil-adulto deba olvidar completamente a los adultos y más. Otra cosa que me gusta es pensar en ellos luego de que sé cómo son y en qué piensan y qué les apasiona. Definitivamente escribir cambia a una persona.
Eso es todo por hoy.
Lo sé, cortito, ¿no? ¿Y eso de que van tres entradas en una semana? Pues me he inspirado y no quería esperar una semana para publicar la siguiente.
¿Y ustedes? ¿Escriben? ¿Les gusta crear personajes? Me encantaría oír de ellos.
Nos estamos leyendo.
Una escritora en apuros.
¡Hey! Yo, a diferencia de ti, siempre creo los personajes cuando ya tengo pensada más o menos la trama, exceptuando quizá al o los protagonistas y también suelo imaginarme manteniendo una conversación con ellos ya que me ayuda mucho a detallarlos.
ResponderBorrar¡Nos leemos!
Gracias por dejar tu opinión :)
Borrar¡Saludos!
¡Hola! Me encantó esta entrada sinceramente. Yo comencé a escribir hace un par de días y me resulta muy útil lo que mencionas sobre tu experiencia. Coincido totalmente con lo de ''Un humano es mucho más que adjetivos y descripciones de tu apariencia''.
ResponderBorrarTe comenzamos a seguir. ¡Saludos y espero que disfrutes del fin de semana!💖
¡Hola!
ResponderBorrarMe alegra que te haya gustado. Y, ¡gracias!
Nos estamos leyendo ❤
Hola, gracias por los tips
ResponderBorrarBesos :)